10 noviembre 2008

En el nombre de Dios

Lo de los armenios matándose a trompadas con los griegos ortodoxos, me mató. ¿No está bueno eso de que se agarren a patadas limpias en nombre del Señor? Me los imagino, guerra de murciélagos disputándose su trofeo, el símbolo, la propiedad privada, la ortodoxia (que es un problema, esto de la ortodoxia, porque cómo se demuestra quién es más ortodoxo si cada uno es ortodoxo de su propia iglesia? Es decir que para estos ordoxos los otros ortodoxos vendrían a ser los hetedoroxos, y viceversa, pero al mismo tiempo cada uno disputa al otro la ortodoxia). Y bueh, parece que los armenios se hacían los dobolus y no los dejaban entrar a los griegos a ese Reino del Señor. Los otros les salieron al cruce, y se armó el quilombete, jeje. Y no termina ahí: ¿quién -justo- vino a poner orden? la policía israelí....
Gracias, muchachos, por este momento inolvidable...

Tanta alharaca para nada. La caja nada atrapata, nada habrá. ¿Sabrán dar carcajadas? 

No hay comentarios: