La sociología de mercadito. Pretensiones

Aclaración necesaria: nadie (mucho menos yo misma) será responsable por alguno o todos los conceptos vertidos en esta obra, ni del producto de cualquiera de sus combinaciones.

Introducción
La sociología, desde que existe la ciencia tiene la pretensión de jugar en la primera de la comunidad científica. No es que niega sus orígenes filosóficos o políticos, pero salta a presentar su universo en una época  en que todos andaban porongueando a ver quién era capaz de saber más sobre la realidad, empíricamente hablando. Heredera del Iluminismo, la luz moderna sobre la oscuridad de la Edad Media, ahora sí que la tenemos clara, pero qué salames que éramos todos antes de la Revolución francesa, la sociología quiere arrancar en ese mundo como una física social, porque la posta la tuvieron siempre los físicos y los naturalistas porque se la pasaban haciendo experimentos e inventando teorías o descubriendo cosas, "Carlitos,cada día evolucionás mejor", le decían a Darwin, andá a competir con eso.


Por eso es que más allá de su genealogía, la pretensión de formar parte del gran círculo científico legitimador de todos los saberes puede decirse hoy que está bastante satisfecha, nuestras carreras universitarias pertenecen frecuentemente a facultades de ciencias sociales, trabajamos con métodos, hipótesis, todo es potencialmente comprobable o refutable haciendo jugar unos numeritos acompañados con el tramposo signo de %. Cualquier realidad puede ser explicada. Tenemos un método para hacer entrevistas orales, formas específicas de observación no-participante, respuestas para las preguntas que hay y que habrá.
Qué sé yo, viste.

La sociología de mercadito, en cambio, no tiene ninguna pretensión científica. Ni anticientificista. Ninguna pretensión, en realidad. No necesita demostrar nada, ni quiere producir ningún tipo de conocimiento nuevo, y si lo produce y resulta que es falso, aaaaah, no sé, no sé.
La especialidad de la casa, lo que sale con fritas, es digamos hablar al dope. Pero con propiedá, con método. Una disciplina ecléctica, un poco grasa, pero con buena leche, gastronómicamente hablando.

Método para-científico de la sociología de mercadito.

El de la sociología de mercadito es un método sencillo: consiste en mirar la realidad y decir cosas. Cualquier cosa. Para eso, la disciplina deberá valerse de todas las opiniones, posiciones, otras disciplinas, drogas, vecinos, terapias alternativas o lo que sea que pueda contribuir a mirar más y mejor la realidad, para decir lo que hay que decir.
No le hacemos asco a las religiones, por ejemplo. Llevamos en construcción un pequeño archivo de publicaciones teológicas donde conservamos folletos, panfletos en formas de oraciones, las revistas Atalaya y otras publicaciones de ese estilo e intentamos conocer su visión de la realidad.
Realizamos observaciones domésticas. Colectivos, calle, trabajo. No son observaciones inocentes sino en plena intención de conocer formas de pensar, de sentir, de reaccionar de la gente ante determinadas cuestiones cotidianas.
Este método está en permanente construcción y además se va construyendo a medida que tengo ganas, así que hoy llegué hasta acá.