31 agosto 2010

No tomen la escuela, tomen cerveza

Convencida, la señora, habló después del piiip cuando llamó al programa de radio:

-Hola Víctor Hugo, yo quería decir que prefiero toda la vida que los chicos estén en la escuela, ocupando la escuela, que en la esquina alcoholizándose.

-¿Eh?

21 agosto 2010

Las siglas me persiguen

Camino, más por salir del frente de la pantalla de la compu que por necesidad, al baño, despacio. Como tantas veces hice y seguramente -digo seguramente sin estar tan segura porque pasan esas cosas que nos pasan tan cerca, esas putas tragedias que hacen de la vida algo tan poco seguro- y no tan seguramente, entonces, volveré a hacer, camino despacio hacia el baño. Voy apreciando puertas, el vitraux de las ventanas, el aire del pasillo de ese viejo edificio, entro, me siento a mear (siento decir crudamente "mear", pa que si digo orinar unos cuantos se me van a cagar -uh, perdón- de risa) y leo en la caja de papel para secarse las manos no me acuerdo qué cosa y SAP.
No sé bien por qué, pero siento una especial atracción por las siglas, por lo que ocultan, o denotan, o sugieren. No puedo pasar frente a una sigla inadvertidamente. No tengo idea qué significa SAP para los fabricantes -o importadores, no estoy segura- de papel para secarse las manos pero de pronto se me desplegó (porque por esta época las cosas "se te despliegan" como menuses, viste) un término de otra época: Solidaridad Argentina con los Pueblos.
Dudo si viene al caso explicar qué carajo es o era Solidaridad Argentina con los Pueblos, creo recordar que era una especie de sello del Partido Comunista. Me quedé pensando que seguramente sólo yo veré esa sigla (suponiendo que la gente se ponga a leer) y pensará "Solidaridad Argentina con los Pueblos". Lo loco, lo que me quedó dando vueltas, es cómo las siglas también marcan épocas y caminos recorridos:  despliega tu sigla y te diré quién eres, también podía haber puesto.
No sé para qué  puede servir esta conclusión, pero no importa. Lo cierto es que seguro que hay unos cuantos como yo para los que PC sigue siendo más Partido Comunista que Personal Computer  (aunque combinado puede dar por resultado... ¡esto! -¿para cuándo la Internacional en ritmo tecno, muchachos?-) o siempre que vemos MLN o FLN desplegaremos Movimiento o Frente de Liberación Nacional, por más modernos que seamos y o nos convirtamos en los american psycobolche (no perdona ni una el flaco éste, carajo).
Están las siglas también que reconocemos sin saber qué significan: Para mi generación DRF es sinónimo de cierto particular sabor más allá de que la mayoría no sepa que el tipo que las inventó se llamaba Darío Rodríguez de la Fuente y mucho más allá de que ahora hagan las de menta sin azúcar. Nadie dudaría qué coño hacía la KGB aunque muchos tartamudearían si les preguntáramos qué quiere decir. No importa. Contrariamente, creo que todo el mundo sabe qué es el FMI o la CIA o las SS.
Por prepotencia de pasado trágico, seguramente nos vendría primero a la cabeza Alianza Anticomunista Argentina antes que Asociación Argentina de Actores si nos lanzan a la cara AAA y FFAA es Fuerzas Armadas antes que Ferrocarriles Argentinos.
Desde que las patentes de los autos vienen con letras, me enfermé y contagié por cierto a algunos de mis amigos. Tengo juegos de palabras elaboradísimos, con reglas que lo van complejizando cada vez. Las siglas, por supuesto, están permitidas a condición de sean actuales o fácilmente reconocibles.


Si hubiéramos nacido diez años antes, reconoceríamos seguramente todas las siglas de este texto que el genial Perlongher tuvo la delicadeza de desplegarnos abajo, fundamental herramienta para quien investigue temas de pasado reciente argentino.
No cabe profundizar por el lado de la velocidad de la vida moderna y de las nuevas formas de comunicación, que exhiben impúdicos tkm o bs, porque eso es puro desgano y desatención.
Otro motivo movía a quienes saludaban en sus epístolas, brevemente, "salud y RS" y a quienes, irónicos o nostálgicos, lo siguen haciendo.

13 agosto 2010

Víctimas

El perro lloraba afuera, podía ser en la plaza, por ahí. Y los perros de la cuadra replicaban ladrando, quizás pidiendo auxilio para su amigo en desgracia, quizá pretendiendo tranquilizarlo o quién sabe qué cosa de perros. Gemido y ladridos incomodaban la noche, la perturbaban. Escucho la voz de un tipo que fue al auxilio, el bicho que se calma, o al menos calla. Una señora grita "¿está bien?" y todo vuelve, imperceptiblemente, a la tranquilidad, al silencio lejanamente intervenido por el ruido de un auto. Todos nos dormimos.
El pibe debía tener unos once y lloraba. Sucio, maloliente, pasado de pegamento lloraba. Solo, sin grandes ni chicos que lo acompañaran, lloraba dolorosa, angustiosamente. La gente se apartaba lo más posible y hasta podía ser gracioso comparar desde arriba la fila de personas que hacía una curva frente a él, con una fila de hormigas que esquiva un obstáculo. Pero no era gracioso. Nadie preguntó nada, nadie miró, nadie intentó acercarse.
La misma gente.
Algo anda bien para el culo en estas sociedades.



Más murguita oriental. La Mojigata de este verano.

11 agosto 2010

Pero también pudo pasar que...

Porque no siempre lo que pasó es lo único que pudo haber pasado.
Porque el azar, un estado de ánimo, el clima, una palabra, una copa de menos, un prejuicio, un cambio de opinión, un polvo o la situación política pudieron haberlo cambiado.
Porque el tiempo puede volver a atrás aunque más no sea en forma de imagen en nuestras cabezas, y entonces resultar que

de no haber sido mis profesores de ciencias exactas en el secundario todos unos fascistas y el de filosofía un bombonazo, también pudo pasar que lo mío no fueran precisamente las ciencias sociales.
de no haber tenido 18 en el 83 me hubiera perdido la fiesta de mi vida. 
de no haber conocido el sexo sin el sida, me hubiera perdido la fies...(ah, ¿ya lo dije?)
si fuera un poco más alta tendría otra actitud, estoy segura. Más relajada, quizás. 
también pudo pasar que al llegar a esa esquina no me hubiera asustado y que entonces la vida me cruzara con Eduardo, amor intenso y breve del que aprendí tanta cosa.
que nos hubiéramos entendido, pudo pasar, y no haber perdido cada rastro del otro, tamaña estupidez teniendo en cuenta cuánto supimos entendernos.
que creyera en Dios, haciendo un esfuerzo inmenso.
O que fuera vegetariana, y entonces qué desperdicio la parrilla en el patio, con todo respeto por las pizzas a la parrilla y la parrillada de vegetales. Pudo pasar también que no me gustara el vino tinto para acompañar esos asados, y entonces quizás media fórmula de un rato de felicidad.
O que estuviera cocinando algo en lugar de escribir esta huevada, y no lamentarme dentro de dos horas porque tengo hambre y no hay un pito pa morfetear.