22 agosto 2008

Socio 1

Se cursaba sociología en las "catacumbas" de la facultad de derecho. Marginetas adentro de un edificio que cuando entrábamos desde la calle Libertador se nos imponía realmente como Claustro de Altos Estudios (mayusculísimas, si las hay, se puede clickear en la foto para dimensionar) y parecía gritarnos que no pertenecíamos allí. Eramos fácilmente diferenciables de los estudiantes de derecho, que acostumbraban peinarse, por ejemplo.
Había unas pocas aulas en las catacumbas. Bajábamos unas escaleras lúgubres con lamparitas de 60 watts colgando inciertas del techo, manchas de humedad devenidas goteras con el transcurso de los meses y olor al tono. Tres pasillos conformando una "U" nos malvenían día a día en ese ambiente, donde las aulas tenían sillas rotas y pizarrones inútiles cuando los docentes no recordaban llevar sus tizas. Borrar, de última (por más que a mí me eriza la piel y me da frío en los dientes), siempre se puede borrar con la mano.
Un ambiente extraño en los tempranos 80, donde casi cuarentones que habían tenido que dejar la carrera cuando la repre, retornaban. Donde mocosos que recién asomaban la cabeza a luces nuevas apartándose el manto tenebroso de la dictadura, salían a la vida adulta, a la universidad, al sexo. Y a la política. Extraño ambiente donde la política estaba a flor de piel día a día, donde -quizás como herencia, quizás como resaca- veíamos en ella la única opción posible de transformación social. A nadie se le hubiera ocurrido como ahora, por dar un ejemplo de lo más actual, pretender deslegitimar una protesta porque está "politizada".
Dependía directamente del rectorado, socio. O sea, no tenía facultad. En el '83, todavía, había que hacer un curso de ingreso donde en filosofía el texto fundamental era la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino. En el examen de ingreso me cambié temblorosamente de tema, porque sabía más del 1 que del 2. Entramos cerca de 200.
Teníamos un profesor de Introducción a la sociología que se llamaba Enrique Pistoletti. En serio. Personaje nefasto de la dictadura que continúa consecuente bajo las alas de sindicalista municipal no menos nefasto Amadeo Genta, solía darnos miedo y explicarnos impacientemente por medio de su propio manualito de introducción a la teoría sociológica (un repelente librillo de unas 100 páginas, que teníamos que comprar), lo equivocado que se demostró científicamente que había estado Carlos Marx (no puedo creerlo. Entré a Mercado Libre pensando que seguro estaba la foto y me encontré.... ¡¡¡¡al mío!!! vale diez pesos. Creo que debería recuperarlo).
Aunque es cierto, en el ´83, todavía, no se lo nombraba mucho a Marx.
Hacíamos movilizaciones por el edificio propio e inventábamos unos cantitos, como el que decía, con la música de "fumando un puro, me cago en Aramburu":
"En una silla, me cago en Cuevillas
y si se enojan, me cago en la de Ruiz.
Y si se siguen, se siguen enojando,
me cago en Pistoletti
y en Tecera de Franco".
Todos ellos eran profesores que habían tenido un rol importante en la carrera cuando la dictadura militar.
Y otro, que hasta donde me acuerdo, decía:
"Cuevillas, puerco y cochino,
esta semana te pedimo´el edificio.
Si no nos das respuesta ya,
la otra semana tomamo´la facultad.
No tenemos profesores,
ni aulas tenemos ya
[...]
esto no se banca más".

18 agosto 2008

Rafaela en la ruta

La onda era hacer unos cedés ruteros, de esos para viajes largos, cantando a viva voz canciones de Julio Iglesias, Camilo Sesto, Nino Bravo, Nicola di Bari, Dyango...
Laura me contaba que a algunos de ellos los escuchaban sus viejos. Y me acordé de que el mío escuchaba a Rafaela Carrá.  Y ahí encontró ella este video, imperdible. 
Lo de Capusotto no es genio, viejo. Es plagio.
Qué grande Rafaela.

Me detendré en este breve presente. Merece verse

La onda era hacer unos cedés ruteros, de esos que -como más o menos le escuché decir a Guille- "cuando volvés el día del niño a las 7 de la tarde por la Panamericana a paso de hombre, no te importa, sólo cantás" y buscar temas de José Luis Perales, Julio Iglesias, Nino Bravo, Miguel Bosé, Manolo Galván, Camilo Sesto, José Ángel Trelles (ver "las calles y sus nombres, acá al lado) y tantos otros. Me contaba Laura que a algunos de ellos los escuchaban sus padres y me acordé de que mi viejo escuchaba a Rafaela Carrá. Este video que encontró no tiene desperdicio. Lo de Capusotto no es genio, viejo. Es plagio. Me detendré en este breve presente. Merece verse.

16 agosto 2008

Los nac & pop

El Partido Intransigente se decía un partido nacional, popular y revolucionario. Sesgo identitario que adquirieron varios partidos y movimientos políticos de la época, herederos de algún peronismo, no todos, sólo el nacional, popular y revolucionario que no podría con exactitud decir cuál es (años más tarde, el mismo MTP -"Movimiento Todos por la Patria"- retomó aquellas banderas coronándolas trágicamente en su acción de Copamiento del Regimiento 3 de Infantería de Tablada en 1989) y que aún hoy (también en su caricatura) obtiene su melancólico reconocimiento tras la sigla "nac&pop".
Signo propio de la post-dictadura, el Partido Intransigente agrupaba ex-militantes setentistas, nuevas generaciones de jóvenes que recién se hacían a la política y viejos punteros que, después de las más que retardadas acciones de la "Multipartidaria" pretendían volver a ocupar su puesto en una política que parecía, por fin, renacer de las cenizas.
Claro, visto ahora yo también digo "cómo querés que saliera algo bueno". Qué piolas.
Pero cierto es que en los primeros años de la democracia, configuraba un espacio político plural, interesante, hoy diluido, inexistente y peor (¿o mejor?) aún, irrecuperable.
En el año '83, en el PI, se cantaba:
"Somos la patota del doctor Oscar Alende. Largue todo y venga volando que se está gestando la revolución" (éramos taaaan boludos)
"Rojo y negro en Nicaragua, rojo y negro en Salvador, rojo y negro Intransigente para la liberación" ^^
"Alende, Alende, Alende no se vende", a lo que algún grupete malintencionado respondía "se alquila, se permuta, viejo choto hijo de puta"
Y otras.

05 agosto 2008

Dos fantasmas

En esa época el fantasma quizás siguiera recorriendo el mundo, y aunque ya anduviera "ladeao..." la dictadura terminaba, era la época del "sevacabar" y "el pueblo unido", que jamás, jamás sería vencido.

Lo que se venía no podía más que ser bueno. Y nos sentíamos libres, militábamos, cogíamos mucho y sin forro (¡¡sin forro!!) que era el otro "se va a acabar". Nuestros ochenta en mis veinte, por estos lados.
Y en mis cuarenta nuestros dosmil y sólo un inofensivo fantasma caricatura de aquél, al que miramos melancólicos pensando lo boludos que éramos.

01 agosto 2008

Este breve presente

que perece, que debe tener en mente el enclenque revés del ser. Desde que llegué me ve, me mece. Cree que merece ser perenne, este presente, pretende ser excelente. Es breve. Es presente de retrete, repelente.
Presente, cese de meterse en mentes leves, espérese, ¿qué se cree? Deje de pretenderse rebelde.

De este breve presente he de beber, él me mete en este tren, en él deberé mecerme, en él deberé ser. Pereceré en este breve presente.

El Instante


Jorge Luis Borges

¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
De espadas que los tártaros soñaron,
Dónde los fuertes muros que allanaron
Dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está sólo. La memoria
Erige el tiempo. Sucesión y engaño
Es la rutina del reloj. El año
No es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
De agonías, de luces, de cuidados;
El rostro que se mira en los gastados
Espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
Otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.


Hoy y los mundos posibles

Xul Solar Vuel Villa - 1936

Nos tiraron entre siglos a estos breves presentes extraños, vertiginosos, decepcionantes, capitalistas, prepotentes. Estos presentes que se derraman en presentes anteriores y posteriores, gotean sobre mi teclado recuerdos y expectativas, otras épocas y las por venir, otras edades y las por venir. Y aquellos mundos posibles, que existen.