A veces la vida pareciera darse por ráfagas. De bondad, de furia, de especulaciones. Brevísimas ráfagas de infelicidad o de desazón. Y mezclarse esas ondas de hoy parecieran -porque quieren- con cierto aire de lunes maldito, por si pudiera empeorar.
Así una congoja se hace carne con otras. Qué importan los motivos, la vida misma, un juego.
Semanas hay que se viven de lunes malditos, meses hay.
De cosas vitales, tremendas, como la muerte misma cuando es completamente absurda (¿qué se nos pedirá, me pregunto? ¿que la ignoremos, que nunca haya pasado, que recordemos lo bueno, que sigamos con el show?). De cosas banales, como un juego.
Y así.
Llegará, ya sabemos, la sensación de viernes, porque transcurrimos entre tesis y antítesis (quién sabe si existirá algo tan pelotudo como una síntesis) sacudiéndonos. El vacilar, diría poéticamente Hegel.
Y llegará, sabemos, la sensación de viernes, como la vida misma, cuando es anunciada a dos abuelas -mujer y mujer, ellas- por el teléfono en altavoz. O de cosas banales, como ese mail amigo.
En medio todo pasa. Me muevo de lugares, tengo sueños prohibidos, me invento un objetivo. Repito las historias o me busco otras nuevas, me alegro, me acelero o pretendo tener el control. Fracaso, me pregunto qué hubiera pasado si, o qué fue lo que hice para, sin respuesta ninguna. Me aterro, a veces.
Brisas, que vengan. Vientitos suaves.
5 comentarios:
Y, al lado, hay personas , como yo, que siempre andan buscando el lado bueno, la parte feliz, lo festivo, lo jocoso.
Porque lo otro llega siempre, sin buscarlo. Y hay que tener las fuerzas bien dispuestas.
Soplo, soplo hacia vos, vientitos suaves. Tu escritura es entrañable y duele. Y en ese vacilar es tan ... exacta.
Un abrazo largo.
Muy bueno. Me gustó en especial la reflexión sobre la síntesis que, sabemos, es algo tan poco probable como muchas otras cosas.
saludos!
La síntesis es una pelotudez, por supuesto, es el gris entre lo blanco y lo negro. Entre el vientito suave y el huracán vamos andando, volando, cayendo... y así.
Un abrazo
Llega siempre, María Jesús, así es. Y tenemos las fuerzas bien dispuestas...
Pájaro, airecito de aleteos... otro abrazo.
La síntesis, Horacio, era lo que la profe de química hacía en el laboratorio con las probetas. Y así y todo, no sabíamos bien síntesis de qué carajo era...
Más que gris me suena a algo definitivo, vio, Laura? de la idea de la dialéctica, lo que never never me cerró es la cuestión de la superación... ¡abajo las síntesis!
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