18 agosto 2009

Esperas

Contamos día a día treintaydos días faltan para un puto feriado, qué proporción de mierda. Y en noviembre, carajo, ya no hay días, pensamos día a día llegar a fin de año para irnos de una vez del día a día, pero como excepción, no como norma.
Y volvemos y seguimos esperando.
Transcurren los días esperando esperando esperando un día más diez horas más de días para mí, para morir otro poco en una cama, una terraza o una plaza al solcito, como niños felices o viejos decepcionados. Como si la palabra vacaciones fuera poco menos que la felicidad más absoluta.

Y que crezcan los chicos, esperamos, decimos que queremos que sean independientes, para vernos más libres, o esperamos como esperaríamos antes formar una pareja, tener un hijo o dos, no más que tres, para verlos crecer y ser independientes y sentirnos más libres y esperar.

O buscando laburo y buscar y buscar y buscar desesperando.

O esperando que muera, de una vez, tantos días así, pensamos, que se vaya si ya no vuelve atrás y hasta nos da nostalgia su sonrisa entubada. Que empezó a irse yendo y se dejó de ir. Esperar que se vaya, de una vez, sin sonrisa.

O tener una casa y otras banalidades, esperar ser mejores o dejar de fumar, como si se pudiese, como si eso importase. Esperar cosas grandes, inmensas, cosas maravillosas, algo nuevo, vibrante, sin dejar de negar con la cabeza. Esperar que ese perrito de mierda se calle y me deje dormir. Esperar la mañana con insomnio.

¿Que haya un rumbo? ¿se vislumbre un camino, haya conciencia? esperar siempre trae estas incertidumbres, que hacia dónde nos vamos, que cuál es el camino. Este tiempo es un tiempo donde nada se espera. Quizás porque seamos la resaca de un siglo que todo lo esperaba, hoy no esperemos nada.

O nada más que el tiempo que falta para un día, un feriado. O encontrar un laburo, o que me haga vibrar. O que por fin se muera, o vacaciones.

U otras banalidades.





6 comentarios:

Horacio Gris dijo...

Uff...
Mucho.
Por momentos me reí, por momentos lo sentí muy propio y me angustió un poco también.
En fin, imagino que así son las cosas.

Pablo Libre dijo...

Creo que hacía rato que no me sentía tan identificado con unas palabras.
En fin, así es la comedia humana.

Laura dijo...

o algo, simplemente...será la época del año? estoy igual, y no me lo banco. Espero que pase....

Elio Puntieri dijo...

Recordé muchas cosas tristes. Y una particularmente feliz:
al Miguelito de Quino, sentado en la vereda, "esperando algo de la vida".

emeygriega dijo...

No, sí, Gra, esperemos.
Es difícil, no tengo dudas, pero esperemos.
Beso.

G dijo...

Me pasó lo mismo cuando lo escribía, Horacio, en tan cortito tiempo un par de sensaciones opuestas.

Y no sé si serán así las cosas, o la comedia humana, Pablo. O la época del año, Laura, a veces es como una sensación medio de merda, otras no tanto pero... no sé si está bien que lo diga, je, pero me alegra que se identifiquen.

Y gracias Wait, por ponerle la onda de un Miguelito (me encantó la imagen) contra algún recuerdo triste.

Y Eme, qué decirte, está bien... dicen que "la esperanza es lo último que se perdió", je. (Qué bien que apareciste! te perdí en la mudanza -en tu mudanza, je- y acá estás, qué bueno).