24 abril 2012

Y los vamos perdiendo,
quizás porque abominamos la posibilidad de vernos a través de ellos transcurrir inexorablemente, 
o porque se nos presentan como piezas de un museo vital, nuestro pasado. Estáticos, odiosos, desafiantes.
O porque, como todo, esto también se gasta.  
O porque, a veces pasa, irrumpen otros gustos, otros deseos, otras expectativas.

El amigo, un blog, algún amor, estas palabras.

4 comentarios:

vera dijo...

Bueno, pero ahora cómo hacemos para encontrarte? No ves que uno se engancha y después no queda otra cosa que leer y releer -las etiquetas tienen eso de lindo, sólo que los textos igual se terminan - muchas veces lo mismo?
Dale, no hinchés: pasame la nueva, cómo es?... http://..??

G dijo...

Qué decirte, mujer!! por ahora, nos tomemos unas birras! quién te dice uno de estos días (aunque los blogs no resuciten) armemos otra cosa, que en estas vidas todo va y todo vuelve, siempre.

Javier dijo...

Pero nena, cómo se te ocurre meter ese post de despedida para que la gente después se ponga melancólica. Quelotiródelaspatas... Que sea la última vez (cuá!).

Hasta la cerveza, siempre!

G dijo...

No, compañero, interpreta mal, esto no es un adiós, sino hasta luego. Ja!
Volveremos y seremos unos cuantos.