02 diciembre 2010

Una semanita en Río

Ojalá me diera el cuero para hacer un análisis político o algo así, pero no es el caso. Ni la información, ni la capacidad deductiva, ni la pluma (aunque es láser, la mía) me alcanzan para siquiera intentarlo.
Sí puedo (porque si no es para eso, para qué podría una querer tener un blog) decir lo que me parece, lo que vi, lo que viví, lo que conversé, presentí y sentí la semana pasada, cuando fui a caer, por esas putas casualidades de la vida, justo esa semanita en Río de Janeiro.
Y por más que reniegue de los métodos científicos, hasta en la sociología de mercadito son necesarios algunos datos duros, como dicen que les dicen, porque si no los me parece, los sentí, los conversé pueden ser simples delirios de la imaginación.
Y si serán duros los datos que muestran que Río es una ciudad donde 1.5 de sus 6 millones de habitantes vive en favelas, en un país donde el ¡1%! de la población concentra más del 50% de la de la renta (de América Latina, lejos el más inequitativo y del mundo anda por ahí), donde -como Joni también sabe- el homicidio es la principal causa de muerte para las personas de 15 a 44 años de edad, y las víctimas son mayoritariamente jóvenes, varones, negros y pobres. La gran mayoría de las muertes las provoca la policía: entre 2003 y 2009 sólo en Río y San Pablo se registraron más de 11.000 muertes, inscriptas en los registros policiales -vaya novedad el nombre, no la cifra- en contexto de "actos de resistencia".
Otro durísimo dato es la situación de los medios de comunicación. 107 son las emisoras televisivas que tiene la monopólica red O' Globo, y un tiraje de 350 mil ejemplares del diario de mayor circulación, entre otras exorbitancias  (y no llevaba ninguna hache, qué cosa, che...).
La combinación de esas realidades no puede dar un buen resultado, pese al esfuerzo por disminuir la desigualdad-exitoso si se tienen en cuenta números relativos pero casi invisible en términos absolutos- del PT.  Eso ya es una opinión.

De las cosas que ví esa semanita puedo contar las playas hermosas y tranquilas, con los meninos de las escuelitas de fútbol jugando en las praias de Copacabana, con esos mulatos jugando "futivoley", gente paseando, corriendo, tomando uma cervejinha geladinha con una casquinha de siri o agüita de coco helada. La gente de la calle, como siempre, las mujeres que te miran sagazmente, las mulatas y las negras con muchos hijos, los shoppings, los locos, cada color en su lugar, mayormente, los músicos, los funcionarios, los desayunos con jugos de frutas raras y exquisitas, el desinterés por la política.
Y mientras eso, lo de todos los días acontecía, paralelamente el despliegue de las fuerzas de seguridad: la policía federal, la estadual, el ejército, la prefectura, el temidísimo BOPE, y entre ellos los que tienen su negocio, los asesinos, narcotraficantes, contrabandistas. Y la señora transmitiendo en pleno centro con el chaleco antibalas, entre miles de personas que pasaban por delante y por detrás.
"Caos en Río de Janeiro". Una versión corregida y aumentada de lo que nos pasa.
Y ahora, quién podrá ayudarnos. O bem chega, o mal foge.


De lo que conversé, 18 mil efectivos es como mucho. Los tanques en las calles, la ostentación de fierros pesados en autos de civil sin identificación alguna, helicópteros (se podían ver casi en la misma proporción de la Globo y de los milicos). La gente devoró las imágenes en las televisiones de bares y vidrieras, pagó su cuenta y se fue. Caos en Río.

Por casa, De Narváez diciendo que así se hace, muchachos, y así se debe hacer.



Ahora que terminamos con el problema del narcotráfico, dicen sin pudor los medios, preparémonos para recibir las Olimpíadas.

De lo que sentí, por unas callecitas de por ahí, este reparo:

  Beth Carvalho - Saudades da Guanabara

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ma qué! De Narváez debe ir como Ministro de Seguridad de Dilma.

G dijo...

Yo creo que le va mejor la de jefecito de las bandas...ahí sí apoya la Globo, Clarín y todo el arco ideológico.

Horacio Gris dijo...

No tenía idea de esas cifras. Son terribles. Uno sabe que hay desigualdad y todo, pero esas cifras...

Y el Colo, bueno...¿qué decir?

saludos!

Anónimo dijo...

De lo mejor que te haya leído.
¿Y la polizia militar? Desapareceu? era la que nos cuidaba a nosotros los buenos en la Leblón, por ejemplo.

Pablo Libre dijo...

Ja, seguro que también estuviste el 11 de septiembre de 2001 en New York!
Pa' mi que sos la conexión de Bin Laden en Latinoamérica! Avisale que quiero conocerlo!!!

G dijo...

Las cifras tremendas, sí. No es difícil hacer la relación entre pobreza y represión policial, legal o ilegal...

La BOPE es como un comando especial de la Policía Militar de Rio de Raneiro, dedicado a la repre sobre todo en las favelas, pertenece a la policía, no a las FFAA. Claro que nos siguen cuidando los Policías Militares, Eme (la Brigada Militar en Porto Alegre "cuidaba" el Foro Social Mundial brrrr).

Ojalá fuera una conexión de algo, Pablo (de mi vida con la tierra, ponele) últimamente ando tan inconexa...