A veces me despierto en modo “autoayuda” o “Bucay”, o ese estilo. Se me ocurre pensar que suspendemos lo importante por lo urgente, y que lo urgente suele ser sólo urgente y raramente importante. Que desperdiciamos preciados minutos en pensar en el aumento del 8% de las prepagas, y nos enojamos horriblemente (yo me enojo horriblemente) porque pasaron 15 minutos y el puto 124 todavía no llega o que el calor agobiante seguirá y entonces otro asado el sábado como el del viernes pasado mejor no, y qué hago con la nerca que le encargué a Carlitos.
El paso de pensar qué cosa es una boludez y qué cosa no lo es, cuando se presenta, no es tan directo, porque una por ejemplo tiende desde a pensar que se merece tener un Split si labura 10 horas por día, para llegar a casa y por lo menos dormir fresquita, hasta hacer todo lo posible porque los hijos crezcan sanos, fuertes, inteligentes y solidarios.
Pero puesto en contexto, si nos ponemos a pensar, todo es una reverenda pelotudez. No porque no me merezca un Split (si Dios se ocupara de esas menudencias, sabría que me lo merezco -cuestión que de todos modos de nada me serviría), mucho menos porque mi niña no deba crecer bien, sino porque estamos educados, habituados, inmersos, diría empantanados, en una perspectiva individual y egoísta, donde nos creemos que antes que nada somos nosotros, nuestro laburo, nuestra familia, nuestros amigos y todo lo que tiene que ver con nosotros.
Si ese nosotros no fuera tan impúdicamente restringido, podríamos pensar en sociedades mejores. El problema es que ese nosotros es tan chiquito (no solamente para la aborrecible clase media de la cual reniego –como reniego tantas veces de ser argentina y poco puedo hacer por modificarlo- sino para por lo menos nuestra cultura “accidental y cretina” como le gustaba decir a Augusto Conte –no el sociólogo positivista sino un dirigente de la ¿desaparecida también ella? Democracia Cristiana en los ochenta, quien tanto hizo por la lucha de los organismos de derechos humanos en la Argentina) que ni sirve para un nosotros. El afichito del “tú y yo” con el ocaso de fondo, dejémoslo para los tontos y los enamorados. Tú y yo estaremos poco tiempo en esta puta tierra, y poco habremos hecho para mejorar la vida de los otros. Eso sí, capaz que ahorrando me compro el Split.
Si ese nosotros no fuera tan impúdicamente restringido, y si fuéramos –es lo que pienso cuando me despierto en ese modo “autoayuda”, que por algo se llamará autoayuda y estará de moda, y no la “ayuda al prójimo” o el “servicio a la comunidad” cuyo monopolio, como el de la violencia legítima, lo tiene la yuta yuta yuta- un poquito más humildes, pensaríamos que los “trapitos” (término violentamente despectivo) no la pasan nada bien y es un horror que encima haya que castigarlos porque son feos, sucios y malos. Y no consentir que se nos diga con total impunidad que hay que ver si realmente lo hacen para susbistir (claro, algunos seguro lo hacen por hobbie, ¿no? O para joderles la vida a la burguesía, de pura conciencia social que tienen, o porque es el último grito de la moda) O nos pondríamos en el lugar del tipo que "nos estorba la puerta de entrada a la oficina" porque –impertinente él- quiere vender sus chucherías y no escucharíamos en silencio decir "qué molesto este tipo" a gente de moral respetable para la mayoría.
Pensaríamos que las cosas como están así no están nada bien. Por lo menos eso pensaríamos, si cada tanto lográramos poner en contexto y no fuera una mañana, o un atisbo de entender la realidad, o de caridad cristiana, sino un ver las cosas con ojos de humano, ir en contra de lo que se dice, no callarse, no admitir que haya gente "autorizada" para decir cualquier barbaridad en contra de cualquiera, porque "primero estoy yo, y mi familia y mis amigos". Bah.
6 comentarios:
Por nuestro magnífico individualismo es por lo que los políticos hacen de nosotros un pandero y los empresarios y multinacionales otro.
Pero, para ser grupo hace falta un lider y cuando alguien empieza a serlo, adquiere poder y se pasa al otro bando...
¡Qué cosas!
Es un ida y vuelta, no? los políticos somos nosotros en una actividad específica. A veces es duro pensar en eso, y sin embargo lo que producen los procesos sociales en estos breves presentes, son justamente, estas gentes...
Un abrazo
Me manda mi niña, con un contundente "hijo de puta" en el asunto, este link: http://www.eluniversal.com.mx/notas/654958.html
Yo me pregunto, ¿cómo somos capaces (los seres humanos, digo) no solamente de generar estas ideas monstruosas, sino además, votarlo? Quiero decir, no creo que el 100% de la gente que lo votó sean todos tan reverendos hijos de puta como este tipo... pero....
Lo de los trapitos corta la digestión y no puedo creer que quienes hayan el hecho la primer cámara oculta en un noticiero hayan sido compañeros míos, o yo compañera de ellos.
En mi blog dije que si no tenés 30 pesos para el trapito jodete por mugriento y por poligrillo: viajá en bondi.
El tú yo, el nosotros, no importa. Que un pobre viva de cuidarte el auto de 30 mil dólares no importa.
Quieren el auto, estacionar gratis y de paso, los negros lejos.
Yo te doy un beso, me alegro de tu regreso y te prometo un split porque te lo re merecés.
Al forro mexicano ese lo echaron del partido (http://noticias.cuarto-poder.com.mx/4p_apps/periodico/pag.php?OTU3MzU%3D),pero todavia nadie lo ajusticio como se debe.
Leí tu post, Eme, y en sintonía de nuevo, me alegro por ello. El split no hace falta, con una birra alcanza y sobra!
Beso grande
Pichi, siempre atento vos, muy bien!! (la nota de Caparrós que mandaste el otro día, espectacular), me alivia que lo hayan echado, al menos a éste, y le paso a la enana el link, porque estaba tan furiosa que quería ir a buscarlo más o menos. Ajusticiar a un tipo así sería mandarlo a vivir a un barrio pobre de Haití y hacer trabajo comunitario de por vida, si uno se pone a pensar, la justicia podría ser tan justa y tan humana....
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