Jorge Luis Borges
De espadas que los tártaros soñaron,
Dónde los fuertes muros que allanaron
Dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está sólo. La memoria
Erige el tiempo. Sucesión y engaño
Es la rutina del reloj. El año
No es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
De agonías, de luces, de cuidados;
El rostro que se mira en los gastados
Espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
Otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.
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